miércoles, 16 de julio de 2014

A post for Horace Silver

Jazz history to us, 21st century musicians living in Latin America, is something ethereal, unreachable. It's only through records, sheet music, some live auditions of some sidemen to the big names, and maybe one or two concerts from the top-tiers that we get some contact with it. And that's it. So, neither we are aware of the biographies of these people, overlooking that the names of the places where they were born would be just unfamiliar to us. Or maybe it is we feel we can really get to know someone through learning his song or transcribing his solo. Who knows.
     I say this because it happened to me that when Horace Silver passed away, I was surprised that he was still alive. I didn't know that, even though I once gathered a band to play a complete set of his music, maybe not as a homage, but rather like a pretext to play something different, tired of the all-for-swing school here.
    I remember as well, that when finally his name as a composer came to my understanding -not when i first read or heard it, I discovered he had been around in some of the records that now I consider to be the most determining in my career: Camilo's Through my hands, Blue Note record's, Blue bossa, cool cuts from the tropics and the GRP Big Band's live.
    I started studying his music as a deeper insight into ornamentation, but then I discovered his scores are full of musicality. I love that ludic feeling in his music, like in filthy McNasty, Sister Sadie, Capeverdean Blues, and that way his music can also sound thoughtful or mysterious, like in Nica's dream, Song for my father, Peace, or Silver Serenade.
    Now, I just want to thank Mr. Silva for his music, which has touched this fellow in the 21st century, in an illogical country of Latin America.

domingo, 30 de marzo de 2014

The surname of a woman

I was sure I had already heard the song before... That day I was looking for a little dose of Latin Jazz with vibes and Victor Mendoza came to my mind, so I found a live video of him, where Eguie Castrillo conducts a Big Band (he's amazingly roots on the timbal). On that concert they played María Cervantes... the tune on the vibes really sounded familiar to me, so I did a further search on YouTube and, to my surprise, found it's featured on that memorable Tito Puente's concert live at Montreal, a video I saw almost 10 years ago, truly, a top tier piece. I always remember I watched it on the VCD format (obviously, original DVDs here were very difficult to find). Tito's version has this charming B part where eight-notes in the melody turn into up-beat quarter note triplets, giving a very intense melancholic feel, if the climbing-receding-climbing again melodic minor was not melancholic enough.
 María Cervantes, Tito Puente Live
*Besides Castrillo's and Puente's, on YouTube there are other renditions of María Cervantes, by Seis del Solar, Richie Ray and Noro Morales, the composer. It is featured in Rebeca Mauleon's Latin Real Book.
    Recently, I've been planning to perform a little list of songs composed by latin jazz oriented piano players, and I decided to include the María, which shares the list, among others, with And Sammy walked in (Michel Camilo), Silver serenade (Horace Silver), Midnight Mambo (Oscar Hernández) and Chucho Valdes' Mambo influenciado and Claudia.  
     Just to have some words to say to the audience, I looked a little for whom had Noro written this beautiful tune. It also seemed really curious to me, that the title had the surname as well, not so many songs dedicated to a person have one: there were Claudia and Sammy on my list, for a token (My first guess was that María is such a common name that Noro (1912-1964), the Boricuan, decided to include the family name).
      It turned out that Ms. Cervantes (1885-1981), was a prominent Cuban pianist and composer, daughter of Ignacio Cervantes (1847-1905), pianist and composer as well. Even more surprisingly, Mr. Cervantes was giving concerts in Cuba, the USA and Mexico with the purpose of raising funds for the independence from Spain. There's some music from Ignacio on YouTube, as well as Fusión de almas which he started writing and she finished after his death.
Fusión de almas, Ignacio y María Cervantes
     A further coincidence: Chucho Valdes also dedicated Contradanza, (a song included in the Havana Jam, one of my very first approaches to Latin Jazz) to María Cervantes... I've always loved the trumpet-keyboard passage.
Contradanza, Irakere 
   So, this is the story of how, intending to pay a homage to the grace, dexterity, complexity and phrasing of latin pianists as composers, I ended listing another definitively more transcending homage.



jueves, 20 de junio de 2013

Los misterios de la música de Rita Indiana

La revelación


Era una de esas frescas mañanas invernales en La Paz, estaba yo en la cocina; buscando como amenizar el desayuno había puesto un video de Xiomara Fortuna, de ahí, en las sugerencias del Youtube se desplegó Da pa lo do... pa eso sirve bien el broadcast yourself, para conocer cosas nuevas.
    Rita Indiana me asombró tanto como antes lo hicieran Lila Downs, con su sonido a la vez espiritual y moderno en Tree of life, como Chichi Peralta en su Pa otro la'o con su ritmo y arreglos fuera de convención, o como la voz de tierra y cielo de la misma Xiomara, en Kumbajei y Balbuceos. Es una impresión distinta a la que provocan Buddy Rich, Celia Cruz, Michel Camilo, Tito Puente o Frank Rosolino, ellos son campeones en disciplinas olímpicas; en cambio, Lila, Rita, Chichí o Xiomara se desenvuelven en sus propias clases, con sus propios ritmos.
   En cuanto a taxonomía musical, lo de Rita es un merengue-urbano-lounge con orillitas de electrónica. Ha creado un sonido muy relajado tomando como base la güira y la tambora y sus letras recrean el habla popular dominicana. Una buena parte de su proyecto es el lado visual, siempre vestida y maquillada como en una pasarela, con dos intrépidos bailarines como alfiles, Rita sale como una reina. El símbolo de su grupo, Los Misterios, es una evidente recreación de un vévé de la religión vudú haitiana.

Un recorrido por sus canciones:

    Da pa lo do, la primer canción que escuché de ella, es un tema de conciliación de la historia de los dos pueblos que comparten una isla en el Caribe: República Dominicana y Haiti; su narrativa, paralela, la hace a través de la historia de dos hermanos que no tienen mamá y que son cuidados por el papá, quien es -naturalmente- pobre. La letra y el tono son en verdad profundos y sentimentales. El video, excelentemente realizado, de la canción muestra a un mulato y a un negro que dejan sus armas para darse un abrazo, mientras Rita sale vestida como una virgen, paseando en una motocicleta. El mensaje del conflicto de las dos patrias -y para cualesquiera otras dos patrias- destaca entre los que he escuchado, por lo sencillo, que lo hace a la vez tan honesto y real: quizá es poco lo que hay, pero alcanza para los dos.

Video: Da pa lo do, Rita Indiana.

   Pásame a bucá es una canción sobre una aguerrida cenicienta dominicana que trabaja en una casa en Puerto Rico, donde las 4 hijas de los patrones le dan guerra y la maltratan, pero «cuando lo papá no miran yo le doy macana». Esta canción es más una catarsis, por lo dura que es la vida en un lugar donde se es despreciado: «cuando salgo de esa casa, la sangre me hierve y en mi corazón yo tengo un 11 de septiembre». Después de la jornada, nuestra cenicienta busca pasear, divertirse, gozar. Entonces pide que la pasen a bucá.

    La sofi es un obstinato, casi un haikú. Con esta me identifico mucho, porque transmite puro el deleite por la música -la música en sí misma... y también lo frecuente que se vuelve que a uno lo censuren por eso: los muchachos/ mi familia/ los fanistas «no me dejan». En su lista quiere poner discos de Daniel Santos, la Sofi, La Fania, Iron Maiden, la Lupe... (¡mucho boricua en la lista!). Ahí me la imagino con unos vinilazos recién comprados de segunda mano.
    Un tema romántico, Flores de fuego, es a veces cumbia y a veces merengue, su letra va jugando con las métricas, todo el tiempo. «dame tu mano es la sombra de un sol que sabe a maní, toma la mía es testigo del pozo que cavé por ti».
    Esas son mis favoritas, las que más me han impactado, de esta mujer tan compleja que escribe novelas (Papi) y cuentos (Ciencia succión)(que desafortunadamente no venden en e-book), así como hace música fresca y novedosa, reconociendo su herencia, como una alta higuera que muestra sus raíces.
   

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Sobre la música de Rita Indiana por Elio G. Lagunes se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución 3.0 Unported.

martes, 28 de mayo de 2013

La Cumbia a través de Latinoamérica

Seguimos con la geografía y la música, aquí presentando esta versión preliminar del mapa de las regiones donde se ha asentado y aclimatado la cumbia, el género músical más extendido por el continente americano -además de ser, junto con el merengue, los dos géneros plenamente vivos de mayor antigüedad (>150 años).
    Para obtener la mayor precisión geográfica, en los países donde existe más de un tipo de Cumbia, se usaron los shps de las divisiones políticas por departamento/provincia/estado. Aquí está, la primer aportación de su servidor al Wikipedia.
«Se podría hacer un mapa especial para mostrar los extensos
dominios de la cumbia». Delia Zapata Olivella, 1962
    Como un género con importante aportación de las raíces indígenas, su distribución es mayor en los países con máyor población de estas etnias, siendo ausente en el Caribe, donde los indígenas caribes desaparecieron completamente y los taínos apenas forman comunidades muy pequeñas.
   Para la Cumbia de Colombia se utilizó la terminología empleada en la misma Wikipedia.
   Las variedades de Cumbia se distinguen sobre todo por su instrumentación,  v.g. la Chicha y la Santafesina casi no utilizan voz; la Tropical mexicana utiliza congas, timbal y teclados mientras la colombiana usa la caja, llamador y acordeón; el formato de cumbia andina utiliza quenas, sampoñas y charangos. 



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miércoles, 17 de abril de 2013

La tierra del sabor: la escena de la música tropical en Veracruz


Eran los ochentas, en los pueblos de una sola calle que quedan en las carreteras hacia las grandes ciudades. Ahí se conformó la Cumbia del Sureste, la música tropical, la Chunchaca. Impresa en vinilos de 45 y 33 rpm. Era el soundtrack en los camiones y en las fiestas celebradas al rededor de barbacoas, bajo lonas azules o láminas de asbesto. Era la magia de los bailes, los solos de saxofón, el aroma de la caña quemada, las pintas de colores...
Usando los sheipifails* del INEGI elaboramos este mapa, donde podemos contemplar la magnitud del movimiento, así como su extensión por el territorio veracruzano. Solo figuran los grupos de los que logramos encontrar un vinil; quedaron de lado varios que, a pesar de contar con discos, no pudimos cerciorarnos de su origen jarocho con precisión.


Agradezco la colaboración del DJ Plata's Selectah, por su contribución para la elaboración del mapa y el acceso a su archivo, la memoria discográfica del Golfo.


Click para agrandar.

Una etiqueta de un 45 de Los Caracoles.

Los Siete Latinos, de Catemaco, Ver.

La producción del Área 5 para Discos GAS.
*sheipifail: formato shapefile, (extensión .shp).

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la tierra del sabor: escena de la música tropical en Veracruz por Elio G. Lagunes se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 3.0 Unported.

martes, 26 de marzo de 2013

¿Cómo se llama aquí? sobre la toponimia mexicana




"Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre"
Juan Rulfo, Pedro Páramo
A diferencia de los nombres de las cosas, que atrapan para uno las esencias y los arquetipos que nos servirán para toda iteración -de un lobo a todos los lobos, los nombres de los lugares parecen segundos nombres propios (dejemos a da Vinci o von Rotterdam), son palabras que suelen replicar a los habitantes que las escogieron (en oposición al nombre de pila), que transmiten su forma de ver al universo, su cosmogonía -como México significa "en el ombligo de la luna" y nos transmite a una raza de leyendas y poesía, y esto así sean nombres cómicos o ingeniosos, nos dicen algo de los antiguos pobladores y de la historia.
Aquí se llama Cinco Palos
   Aquí mismo, en México tenemos algo así como una lotería de nombres que a todo el mundo sorprende. Por eso me puse a navegar por las 199,391 localidades que están en la base de datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) en la versión del año 2000, aprovechando las bondades de las consultas SQL, buscando topónimos que me resultaran interesantes. Aquí están los resultados de la exploración:

   La adoración por el terruño se manifiesta en nombres como El Cielo, del cual hay franquicias en todos los estados, además de las variaciones celestes como Boca del Cielo, Cumbre del Cielo, Cielo Paraíso... Uno curioso es El Paraíso del Oso, en Urique, Chih. Por el contrario, en el país hay la casi Dantesca cantidad de ocho poblaciones llamadas El Infierno, así como dos Rancho El Infierno, una Joya del Infierno y un poblado registrado como Los Ángeles del Infierno. Por otra parte, el componente topónimo del Diablo es muy popular para nombres de rasgos hidro y orográficos, así como carreteros: Balcón, Arroyo, Cañada, Cañón, Corral, Curva, Rincón, Espinazo, Loma, Mesa, Retorno... todos Del Diablo, por todo el territorio. Hay dos asentamientos enigmáticos llamados Pobre Diablo, pareciera que fue alguien del poblado vecino el que les dio el nombre.

    Algunas poblaciones tienen nombres inspirados en la literatura: hay en el país seis Macondo, en donde presumiblemente no queda nadie de la dinastía Buendía: en San José Chiapa, Puebla;  en Tierra Blanca, Veracruz; en La Trinitaria, y Villaflores Chiapas; el más grande de todos en Villa Corzo, también Chiapas, con 42 habs; así como en los municipios neoleoninos de Cadereyta y Mina. Si muy probablemente los Macondo deben su nombre a García Márquez, quizá no se puedan trazar relaciones con Onetti en las docenas de Santa Marías dispersas por México. Tenemos también a El Quijote en Coahuila y Suave Patria en Zacatecas. Además del Comala que sirvió de inspiración a Rulfo, en Colima, hay otros en Oaxaca, Puebla, Hidalgo, Jalisco y Michoacán. En Colima además hay un Chandiablo, que tiene un nombre muy Rulfesco, o quizá Zepediano.

    Entre nombres de criaturas míticas tenemos El Vampiro, (Casas, Tam.); El Chupacabras, (Balancán, Tab.); El Chaneque, (Suchiate, Chis.; Zirándaro, Gro, y Santiago Tuxtla, Ver). La Llorona hay en seis estados.

    En los 18.3° Latitud Norte, 89.45° Longitud Oeste, hay una sucursal del Polo Norte, Municipio de Calakmul, en Campeche, el estado que visitó Lemuel Gulliver.

    Nombres con poca elegancia -esperemos que no afecte al turismo- tenemos Cerro La Basura y Plan de Basura, (Mazatlán y Huautla, Oax.), además de San Antonio de Las Basuras, en Durango, Dgo. Otros, regados por todo el territorio mexicano, son Isla de los Puercos, Laguna del Puerco, Mata Puerco, Ojo Puerco, Peje Puerco, Arroyo Puerco, Cerrito de los Puercos, Chiquero de los Puercos,

    39 habitantes viven en La Porquería, Mpio. de Degollado, Jalisco.

    De nombres que uno no diría en público están El Chingadazo, (Buenavista, Mich); La Chingada, (Perote, Ver); Chinguerito, (Chilpancingo, Gro.); los pobladores tuvieron a bien ponerle Las Pompas a distintos asentamientos en Guanajuato, Chihuahua, Michoacán y Jalisco. En Mezquital, Dgo. y La Yesca, Nay. pueden visitar Las Chichis.

¿Y aquí, cómo se llama?

   A esta pregunta, los pobladores de varias localidades darán respuestas confusas, que harán forzosa la repetición de la pregunta y la respuesta, entre ellas:
104 personas viven en Quién Sabe, Mpio de Tapachula, Chiapas (cómo habrán hecho los lugareños para dar a entender a los del INEGI que ese era el nombre del lugar, y no que lo ignoraban)
A Dónde es una localidad de La Paz, BCS.
Si los mandan A La Vuelta, puede que los manden a la localidad que se encuentra en el Mpio. Teolocholco, Tlax.
Más allá de las calles sin nombre de Willie Colón, la localidad Sin Nombre tiene 14 habitantes en Casas Grandes, Chih. Y la Innominada alberga a 16 personas en Tapachula, Chis.
Para perderse, El Laberinto hay en 9 estados.

Hay quien vive en El Muerto, Urique, Chih.

    En el INEGI también apuntan los nombres alternativos entre paréntesis, unos muy curiosos, por la contradicción con el principal, son: La Florida (Charco Puerco) en Mazatlán, Linda Vista (Loma del Diablo) en Oax. y El Edén (Rincón del Diablo) en Chihuahua, Chih.

    Uno de importación: Siberia hay en Chis, Chih, EdoMex, Mich, NL, Sonora; hay varias en altitudes mayores a 2,300, que probablemente sean frías, pero llamarlas como aquella en Rusia es una exageración, sin duda.

    Para los niños, están El Trompo, El Rehilete, El Yoyo, La Matatena, El Tambor, La Trompeta, La Pelota.


   ¿Por qué se llamarán así El Desengaño e Ilusiones, Ver. o La Arrepentida, Chis.?

   Me despido con esta de Cereijido: «Una palabra cobra cierto significado por cualquiera de los usos, razones, derroteros y hasta malentendidos que le dan existencia» Y así es también con los nombres de los lugares: los topónimos.

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